Tour de France

Tregua antes de la guerra

Photo: courtesy
Quick Step - Innergetic

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Sylvan Chavanel arrebata el maillot amarillo a cancellara

Una caída de Gavazzi arrastró a una moto de la realización al suelo y a partir de ahí llegó el caos · Armstrong, Contador, Basso y los hermanos Schleck besaron el asfalto y se quedaron en tierra de nadie, pero el grupo delantero les esperó

Sylvan Chavanel se vistió de amarillo al adjudicarse una etapa caótica en la que una caída de una de las motos de la organización en el descenso del Col de Stockeu provocó una gran montonera en la que Armstrong, Contador, Basso y los hermanos Schleck se vieron perjudicados. Al final decisión salomónica, todos esperaron a todos con la vista puesta en la 'carnicería' del pavé

Mucho se esperaba de esta etapa, una versión cutre y mixta entre la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, pero en el descenso de la penúltima cota, uno de los escapados, el italiano Mattia Gavazzi, caía sobre el asfalto mojado y la moto de la realización francesa no podía esquivarle y seguía sus mismos derroteros, besar el suelo.

El pelotón, que perseguía muy de cerca (poco más de medio minuto) y a todo tren a los ocho escapados (Matthew Lloyd, Jurgen Roelandts, Marcus Burghardt, Sylvain Chavanel, Jerome Pineau, Sebastien Turgot, Reine Taaramae y el protagonista de la caída), se encontró con el pastel poco después y ahí comenzó el caos.

Andy Schleck era el primero en ser captado por las cámaras ensangrentado y con la muñeca dolorida. Parecía que el rival más fuerte de Contador sobre el papel se quedaba fuera, pero poco a poco las víctimas de la escabechina iban apareciendo en escena, Basso, Armstrong, Contador, Wiggins y el hermano mayor de los Schleck, Frank, que podría tener problemas para tomar la salida mañana. Habrá que esperar al parte de heridos.

Cancellara, perro viejo y con la autoridad moral de llevar el amarillo, instó al resto de los supervivientes a esperar a los damnificados. Parecía que lo había conseguido cuando los hombres de Cervélo y Caisse d'Epargne se ponían manos a la obra para intentar dar caza a Chavanel, que gracias a todo el lío, había aumentado su ventaja hasta los dos minutos

Sin embargo y finalmente, el gremio de ciclistas se hizo fuerte y luchó por un objetivo común, acertado o equivocado, depende de gustos, pero elogiable ante unos profesionales constantemente perseguidos por la sombra del escándalo. Así, constantemente se fueron reincorporando los rezagados, incluso los Schleck, que llegaron a perder 3 minutos, llegaron a enlazar con los favoritos. Mucho tienen que agradecer los hermanos a su papá Fabian.

Mientras tanto, Chavanel iba a lo suyo, ya había dejado de rueda al belga Roelandts y se dirigía directo hacia su segunda vitoria de etapa en el Tour de Francia tras la conseguida en 2008. Lo que tanto le costó conseguir durante toda su carrera, lo ha podido volver a saborear gracias a un cúmulo de circunstancias y a una decisión del pelotón que traerá cola.

Es cierto que en el ciclismo de verdad no se hacen este tipo de concesiones, pero también lo es que los profesionales se juegan el tipo día tras día en las carreteras y en las circunstancias de hoy (la moto parece que provocó el desastre) es comprensible su actuación. El Tour es el trabajo de todo un año y eso no hay que olvidarlo.

Llega el pavé
Una jornada negra para el ciclismo, pero esperanzadora para el futuro de los ciclistas como grupo unido y con una idea clara sobre su futuro. Mañana ya habrá tiempo para guerra en el pavé del Norte de Francia, hoy era día para reivindicar los derechos de un deporte sobrehumano, sacrificado y con muy poco reconocimiento en los días de invierno.


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