Clásico RCN-Comcel: Juan Carlos López voló en Bogotá. Mauricio Ortega se coronó campeón

Mauricio Ortega (Une-Epm) se coronó campeón del Clásico RCN 2009 que culminó con una crono de 25.9 kilómetros en la ciudad de Bogotá. El pedalista nacido en Salgar, Antioquia, logró por fin su cometido de imponerse en una de las grandes carreras por etapas del calendario nacional. La crono que culminó en la Plaza de Bolívar, en pleno centro de la capital del país, fue ganada por el campeón panamericano Juan Carlos López (Une-Epm).  

La crono

Un total de ciento once titanes que sobrevivieron a al frío, el calor, La Línea, Patios, caídas, enfermedades y en general a todos esos componentes que hace al ciclismo uno de los deportes mas imprevisibles del mundo, tomaban la partida de la última jornada del Clásico RCN en Bogotá.

Helver Garay (Liga de Bogotá-IDRD) le daba inicio muy puntual al desfile por la rampa de salida ubicada en la Calle 96 con avenida N.Q.S punto de partida de una crono que volvería a pasar por inmediaciones del Parque Nacional, sitio de meta de la etapa de ayer, antes de tomar rumbo de la Plaza de Bolívar.

Mas temprano de lo acostumbrado, por su posición en la general, tomaba la partida el excampeón del mundo de CRI Santiago Botero que se trazaba la crono capitalina como objetivo después de su discreta actuación en el duelo de titanes debido a numerosos problemas de salud en los meses anteriores a la gran cita de los titanes.

Botero era un desconocido en un trazado similar en el que voló hace dos años para imponerse en la Vuelta a Colombia y en los registros intermedios de los kilómetros 10 y 15 no se encontraba con su mejor forma siendo superado ampliamente por uno de los llamados a sucederlo en la lucha contra el crono, el joven paisa Jaime Suaza (GW-Shimano) que se ponía al mando de la CRI.

El que sí parecía un avión a chorro era el campeón panamericano Juan Carlos Lopez (Une-Epm) que estallaba el cronometro en los pasos intermedios para presentarse en la meta con un registro de 31:47 que lo dejaba como líder sólido cuando 70 corredores habían iniciado ya el último tramo del duelo de titanes.

López parecía indestronable en todos los tramos intermedios y en la meta hasta que el campeó regente Oscar Sevilla (Enerca-Gobernación del Casanare) bajaba su tiempo en el kilómetro 10. El ibérico buscaba despedirse de su título con decoro pero se fundía en el corto ascenso a la circunvalar y en el kilómetros 15 no lograba superar el guarismo del hombre del Une-Epm.

Víctor Niño (EBSA) anunciaba la partida del Top 10 lo que le entregaba emoción a una crono hasta ese momento monopolizada por el campeón panamericano. Rafael Infantino (Une-Epm), revelación de este Clásico, se lanzaba al trazado con altas expectativas por tratarse de un especialista de este ejercicio pero ya en el kilómetro 10 acusaba los kilómetros de un durísimo clásico y no superaba tampoco a su compañero de escuadra López.

Uno a uno tomaban la partida los 10 primero ubicados de la general que cerraba el portador de la camiseta amarilla Mauricio Ortega (Une-Epm) que iniciaba los 25 kilómetros que lo separaban de proclamase campeón. En la meta la lucha era por el segundo lugar de la crono con un excepcional; Israel Ochoa (Boyacá Orgullo de América) que se colocaba segundo.

En los puntos intermedios se confirmaba que a López ya nadie le quitaría la etapa y el interés se centraba en la lucha por el tercer lugar del podio y la general por equipos  donde el duelo era entre el Colombia es Pasión y el Une-Epm.

Los rojos seguían viviendo la pesadilla que se inicio ayer con el accidente donde perdieron a Fabio Duarte y a Sergio Henao con la poca capacidad en la lucha contra el reloj de Darwin Atapuma , ultima esperanza de los de Luis Fernando Saldarriaga para no resignar el podio ante un Giovanni Báez que sacaba a relucir sus galones de campeón de Vuelta a Colombia y no tenía piedad con el joven nariñense.

Báez entraba en la meta con el tercer cajón del podio en el bolsillo y el campeonato por equipos asegurado para la escuadra de Raúl Mesa que le ponía el broche de oro a una temporada de ensueño que los vio imponerse en 12 carreras del calendario nacional.

Mauricio Ortega arribaba en la Plaza de Bolívar con el puño al aire saboreando por fin una victoria que le fue esquiva por dos años. Ortega, ese que cimentó su triunfo en el trabajo de su equipo en el prólogo CRE, que remató a todos su rivales en La Línea y en un descenso suicida a Ibagué, que respondió ataques de todo calibre en la etapa que arribó a Soacha, que se salvó por gracia divina en la aparatosa caída que marcó la etapa de ayer y que hoy puso su nombre en el hall de la fama de los titanes del Clásico RCN.

La general, salvo el retiro de Fabio Duarte, fue consecuente con lo visto en el ciclismo nacional en el año 2009. Hombres fuertes y recorridos como Víctor Niño, Flober Peña, Javier Gonzáles, Luis Felipe Laverde y Giovanni Baéz confirmaron su favoritismo previo. Freddy Montaña dejo ver parte de la clase que lo llevó a ser subcampeón de la Vuelta a Colombia, y hombres nuevos en este Top 10 como Rafael Infantino y Darwin Atapuma dejan dormir tranquilos a los entendidos ante el futuro asegurado del ciclismo colombiano.

Aplausos para el campeón general, Mauricio Ortega que se mostró muy fuerte toda la temporada e hizo el curso durante tres años a la espera de tener la oportunidad de gritar campeón. Aplausos también para los campeones de la montaña, las metas volantes y por equipos por merecidos títulos y aplausos para la organización de una carrera cuya organización fue reconocida por propios y extraños.



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