Laureano Rosas: el rey pone en juego su corona en la Vuelta a San Juan
Aunque desconocido lejos de Latinoamérica, el argentino Laureano Rosas es el rey de la Vuelta a San Juan. Nacido hace 26 años en Las Flores (Buenos Aires), su nombre figura con letras de oro en el palmarés de esta prueba, ya que la ha ganado los tres últimos años.
Rosas está empatado a tres triunfos con su compatriota Alberto Clemente, quien a finales de los ochenta y principios de los noventa también ganó tres ediciones, pero Laureano las ha conseguido de manera consecutiva y, además, posee 11 victorias de etapa, lo que le convierte en el rey indiscutible de la Vuelta a San Juan.
“La receta del éxito comienza por la unión del equipo”, explica el argentino. “Eso y, como es lógico, todo el trabajo y el sacrificio previos, aunque ya se sabe que la unión hace la fuerza”, añade con humildad e intentando restar méritos a sus gestas.
El año pasado ganó con los colores del equipo de casa, el SEP San Juan, pero este año competirá con los de la selección argentina, que lleva grabados en el alma. En el brazo, sin embargo, lleva otro grabado, un tatuaje que le recuerda a su amigo, casi un hermano, ‘Chucky’ Elías Damián Pereyra, quien falleciera el pasado 20 de julio mientras se entrenaban juntos al ser arrollado por un vehículo. Rosas se salvó de milagro, no así ‘Chuky’, que falleció por un traumatismo craneoencefálico.
“Este año voy a la Vuelta a San Juan con más ganas que nunca. Él me guía”, dice refiriéndose al malogrado ciclista. “Llevo tatuado su nombre junto a una brújula”, añade mostrando el brazo izquierdo. “Por vos seré mejor”, acostumbra también a decir en las redes sociales refiriéndose a Pereyra.
En 2017, sin embargo, la Vuelta a San Juan será internacional y, con la presencia de algunos de los mejores ciclistas del mundo, la victoria estará muy cara. “Uff, habrá muchos corredores a vigilar y tener en cuenta”, dice el florense. “Quizás Nibali sea el más importante, pero la lista es muy larga”, insiste.
El recorrido pondrá a cada cual en su sitio: “Me gusta mucho”, comenta sin esconderse. “La clave va a estar en la contrarreloj y en la llegada al Alto del Colorado, aunque la última etapa, en la Avenida Circunvalación, siempre impone respeto”.
Como siempre, él está poniendo todo de su parte para llegar a la cita en las mejores condiciones posibles. “Junto a mi entrenador, Adrián Gariboldi, siento que vamos por el camino correcto y que las sensaciones empiezan a ser buenas. Eso me motiva muchísimo”.
Nuevo equipo
Aunque no se ha prodigado demasiado fuera del continente americano, en 2012 Laureano compitió en España. “Con la selección nacional estuve dos meses allí”, recuerda con nostalgia. “En el País Vasco gané una carrera: en Lekeitio”, añade. También ha estado alguna vez concentrado con el equipo argentino en Italia.
Ahora, años después, se dispone a cruzar otra vez el charco. “Sí, esta temporada iré a Rumania para correr en el equipo Tusnad Cycling Team. Es algo que esperaba desde hace mucho tiempo y, aunque sé que será un año diferente por la calidad de los corredores, confío mucho en mí y en lo que, si las cosas marchan bien, puedo dar de sí”.
Antes de eso, no obstante, intentará un nuevo triunfo en San Juan. El cuarto consecutivo y ante un ramillete de estrellas de primerísimo nivel.
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