Vuelta al País Vasco

Vuelta al Pais Vasco, Etapa 5 : Porte gana y manda un aviso para la crono de mañana

El australiano se adelantó en cuatro segundos a otros siete favoritos en Beasain. Mañana, su duelo con Contador decidirá la ronda vasca.

Porte mostró su candidatura a la txapela en Beasain con un hachazo en el último kilómetro y medio imposible de contestar. La crono de mañana que cierra la ronda en Beasain, que le va como un guante, puede coronarle por primera vez en Euskadi. Ese es el gran reto de Contador.

Fue un festival del Sky, que asfaltó el triunfo durante la última hora de carrera. El australiano sacó cuatro segundos al resto de favoritos (Henao, Contador, Quintana y Spilak). Henao sigue siendo líder, con Quintana y Porte a seis segundos; y a diez, Contador y Spilak, que sufrió una avería en la rueda delantera y estuvo a punto de arruinar sus opciones en la general.

Samuel por fin dio la cara, en la última de las tres subidas a Olaberria, de segunda, y le respondieron los favoritos. En la bajada, el asturiano se lanzó a tumba abierta y Henao se enganchó a su dorsal. A falta de tres kilómetros se reunieron los ocho ciclistas delanteros, los jefes de la carrera. Y emergió la figura imperial de Porte. Ahora todo queda pendiente para la contrarreloj de mañana en Beasain, de 24 kilómetros prácticamente llanos pero con tres tachuelas que pueden alterar el ritmo.


La climatología sigue causando estragos y haciendo de la carrera un ejercicio para valientes. El cielo parecía caerse encima de los ciclistas en Beasain. Tormentas y humedad se adueñaron del alma de los deportistas. El frío intenso y la lluvia hicieron de algunos tramos una pista de patinaje que hubo que sortear con habilidad. Y ciclistas como Samuel, que preparan el cercano Giro, no están para alardes, sobre todo en los constantes descensos de una etapa rompepiernas con diez puertos. Aunque ayer el excampeón olímpico aparcó el miedo en el hotel viendo que Euskaltel está pasando por su Vuelta de puntillas. Por Urraki los termómetros se pararon en cero grados y las bicis viajaron pegadas a la nieve. Se oía hasta el traqueteo de dientes de los héroes.

De hacer fuerza sobre el manillar, a los ciclistas no les llegaba la sangre a la punta de los dedos, así que muchos tuvieron que echar el aliento sobre las palmas, y sacudir continuamente las manos y los guantes calados, para recuperar sensibilidad. Hubo un rosario de abandonos. Kloden, ganador de dos Vueltas al País Vasco tan distanciadas como la de 2000 y 2011, fue uno de ellos. También echó pie a tierra Gilbert.

Casi todos rodaron con chubasquero, que cuece a cualquiera en las ascensiones. Las aventuras fueron escasas esta vez. Herrada se metió en una de ellas y llegó a ser líder virtual. El Caja Rural, que dirige Jaime Garzón, sigue cogiendo planos de televisión por el valor de sus ciclistas. Tras un día de tregua, Txurruka asomó la cabeza en otro intento de aventura Las metas volantes y la montaña son suyas simplemente con acabar la crono del sábado. Pero esta vez el protagonismo absoluto lo dejó en manos del santurtziarra Omar Fraile, que está haciendo una Vuelta memorable, demostrando su clase como escalador.

En los últimos kilómetros, en un circuito peligroso en el que las fuerzas escaseaban, Kiryienka se dio una soba tirando del grupo principal y el ritmo constante fue descolgando unidades. A los supervivientes les esperaba una llegada con baldosilla, estrecha, complicado. Tal vez había que jugársela en la bajada de Olaberria para entrar limpio y lanzado. Henao cogió las riendas en la última subida, lo que da idea de quién pone como jefe a Sky: Porte. Samuel lo intentó en la bajada para sacar la cara de Euskaltel. Pero Porte no estaba para concesiones.


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