Sevilla: Me han ofrecido la nacionalidad colombiana para correr los Mundiales y lo voy a pensar

Óscar Sevilla se muestra encantado en el ciclismo colombiano. A sus 35 años, ha podido continuar con éxito su carrera ciclista y ha formado su familia en Colombia donde ha establecido su residencia. Con muchas ganas de entrenar y competir, ve su retirada lejos y el próximo año espera brillar en el calendario de Estados Unidos y su principal objetivo será ganar la Vuelta a Colombia.

De vacaciones en España, Sevilla adelanta en una entrevista en La Verdad de Albacete que piensa en nacionalizarse colombiano. "De momento tengo residencia colombiana, pero me han ofrecido la nacionalidad para correr mundiales con Colombia y lo voy a pensar. De todas formas, de España no me olvido porque es mi tierra, Albacete y Castilla-La Mancha los llevo muy dentro y a pesar de que en Colombia me han acogido muy bien, esta es mi tierra y me siento muy orgulloso de ser español y de ser de Albacete", aclara.

Sus objetivos para 2012 son claros y ambiciosos. "Quiero hacer una buena campaña en Estados Unidos en pruebas como California, Colorado y Utah, que son muy importantes y después está la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN, que le interesan mucho al equipo. Me encantaría ganar la Vuelta a Colombia, que quizá sea la prueba más dura del mundo por la dureza del recorrido y por la calidad de los ciclistas colombianos en las subidas, pero me siento capacitado, tengo mucha ilusión en cada entrenamiento". En cuanto a la Vuelta a España, es realista. "Me gustaría correrla, pero tampoco me quita el sueño", explica.

Por todo ello, ve su retirada lejos. "Me gusta mucho lo que hago, me siento joven, ya tengo una edad, pero mi cabeza tiene otra, estoy con muchas ganas, no me cuesta trabajo entrenar, tengo un apoyo muy importante que es el de mi mujer, que psicológica y moralmente me ayuda mucho y sobre todo ver que te apoyan te ayuda. Ahora mismo no pienso en la retirada, tengo la ilusión de un niño por correr en bicicleta, el día que pierda esa ilusión o que vea que no rinda como creo que debo, será el momento de retirarme, pero a día de hoy ni lo pienso", destaca.

Desterrado y abandonado por la Operación Puerto en 2006, el albaceteño tiene su particular visión. "Aquello fue una chapuza política muy grande con la que quisieron demostrar que luchaba contra el dopaje y lo único que hicieron fue tirar la imagen del ciclismo y de los ciclistas por el suelo. En España no hay casi licencias en la base y es a raíz de aquello. Fue una chapuza muy grande que solo sirvió para cargarse el ciclismo a nivel de base, a nivel publicitario y a nivel de la afición en España. Quedan pocas carreras, los medios han pasado de seguir las carreras a solo seguir el dopaje y creo que no es justo", asegura.

"Ha habido mucha gente que me ha fallado, pero lo positivo es que ha habido otros tantos que me han demostrado que siguen siendo los mismos en lo bueno y en lo malo. Si escribiese mis memorias más de uno de los que públicamente me apoyaban tendría que agachar la cabeza porque después de todo lo que pasó han desparecido", concluye


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