Paris - Roubaix

Vansummeren congela el Infierno

Photo: courtesy
Wim Dingemanse

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cancellara y Tjallingi completaron el podio de la parís-roubaix

El belga del Garmin-Cervélo logró la victoria más importante de su carrera a sus 30 años · Cancellara terminó en un merecido segundo después de su nulo entendimiento con Hushovd y Ballan · Flecha estuvo con los favoritos, pero tuvo que conformarse con el noveno puesto

Saltó la sorpresa en la París-Roubaix con la victoria inesperada de Johan Vansummeren por delante de todos los favoritos. El belga del equipo Garmin-Cervélo logró la victoria más importante de su carrera en un 'Infierno del Norte' que hizo estragos en numerosos corredores. El podio lo completaron Fabian Cancellara, el más combativo de todos, y Martin Tjallingi.

La considerada como la Clásica de las Clásicas volvió a demostrar su por qué con un espectáculo brutal durante los 258 kilómetros y los 27 tramos de pavé que presenta. En una carrera tan salvaje como ésta resulta imprevisible cualquier cosa, hasta el triunfo final, como sucedió este domingo.

Tanto es así que un belga de 30 años, casi dos metros de estatura y con tal sólo una victoria como profesional (Vuelta a Polonia en 2007), llamado Johan Vansummeren, se hizo con el triunfo y alzó los brazos en el velódromo de Roubaix. El corredor del Garmin-Cervélo, que muy probablemente no entraba en la quiniela ni del más optimista, logró un merecido triunfo por delante de los claros favoritos.

El día, como era de esperar, tuvo de todo. Las caídas, un clásico en esta Clásica, estuvieron a la orden del día siendo Tom Boonen el gran perjudicado. El belga, que buscaba su cuarta victoria aquí, tuvo un día de esos que mejor no levantarse. En el tramo de Arenberg sufrió una avería mecánica que le apartó del resto de candidatos.

Sin embargo, el del Quick Step tendría una segunda oportunidad al estar a punto de enganchar con los de delante más tarde, pero una caída masiva le pilló por medio y tuvo que decir adiós a su carrera favorita. La misma suerte corrieron hombres como Chavanel, Poozato o Sagan, que se fueron al suelo y con ellos, sus opciones. Pero el 'Infierno del Norte' no espera a nadie y los corredores seguían luchando contra todo y todos.

Por aquel entonces, la prueba francesa presentaba una escapada sin nombres temibles para los favoritos, que marchanban por detrás, confiados en darles caza. En él había ilustres del pedal como Cancellara, Hushovd, Ballan o Flecha, que volvió a demostrar por qué es el mejor clasicómano español. No obstante, el entendimiento entre todos ellos fue nulo y eso favoreció a los de delante.

Cancellara, muy enfadado con Hushovd y el Garmin-Cervélo, decidió levantar el pie y no dejar que sus 'compañeros' se aprovecharan de su desgaste. Esto hizo que la ventaja se mantuviera cercana al minuto con respecto a un grupo de cabeza que más tarde estaría formado por Vansummeren, Tjlallingi, Bak y Rast. Los cuatro afrontaban el tramo decisivo del día, el del Carrefour l'abre.

Fue ahí donde se produjo todo el movimiento que desequlibraría la balanza. Vansummeren lanzó un ataque y se marchó en solitario consciente de que 'Espartaco' Cancellara no se daría por vencido. El suizo aceleró también en ese adoquinado tramo la marcha y Flecha cedió unos metros, aunque luego reengancharía gracias a la pasividad del grupo de favoritos y a un problema con las motos de la televisión, que entorpecieron el ritmo de todos ellos.

Vansummeren tenía a tiro la victoria, pero Cancellara, vencedor el año pasado, no lo pondría fácil. El suizo del Leopard dejó de lado su enfrentamiento particular con el Garmin (que, por otro lado, hizo bien puesto que tenía a un hombre en la cabeza de carrera) y puso la quinta para alcanzar al resto de escapados e irse a por Vansummeren. Pero ya era tarde. El belga llegaba al velódromo, daba la vuelta de rigor y cruzaba la meta como flamante vencedor de una carrera que jamás olvidará.

Por detrás, y a tan sólo 19 segundos, Cancellara, al que le faltaron sólo unos pocos metros más para lograr la machada, llegaba en un merecidísimo segundo puesto por delante del holandés Tjanllingi. Por su parte, Juan Antonio Flecha, que luchó hasta la saciedad, acabó en novena posición en una carrera que volvió a hacer las delicias para los amantes de este 'infernal' deporte


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