Clásico RCN

Clásico RCN: Sergio Henao ganó la etapa de La Línea. Iván Parra nuevo líder

El antioqueño Sergio Luis Henao (Orgullo Paisa) obtuvo la victoria en la séptima etapa del Clásico RCN disputada sobre 124.8 kilómetros entre Ibagué y Pereira con paso por el mítico puerto de montaña del Alto de La Línea. El vigente campeón de la Vuelta a Colombia se impuso a un grupo de diez corredores que llegó a definir la etapa en la capital de Risaralda. El boyacense Iván Parra (GW-Shimano) entró en el grupo de punteros y asumió el liderato de la carrera radial de manos de su compañero de escuadra Marlon Pérez.

Etapa de gran ciclismo que reeditó el duelo generacional de la pasada Vuelta a Colombia. El Tour radial no alcanzaba a salir de Ibagué cuando el EPM-UNE abría hostilidades con Mauricio Ortega que intentaba romper el dominio de un GW-Shimano que atajaba ataques de todo calibre.

La primera “tachuela” de la jornada de tercera categoría le calentaba las piernas al EPM-UNE que volvía a pegar fuerte con un Mauricio Ortega ya apersonado de su papel de gregario. A Ortega se le sumaban seis corredores más que encabezarían el trazado hasta el puerto de primera categoría en el Kilómetro 27 donde el Lote volvía a dejar las cosas en ceros.

Los de Raúl Mesa se traían entre manos un nuevo ataque y se lanzaban en bloque con Javier Gonzáles Mauricio Ortega, Juan Pablo Suárez y Rafael Infantino cuando ya eran divisables las primeras rampas del máximo juez de la carreras colombianas, pero el GW-Shimano seguía siendo la “Némesis” del equipo defensor del título y abortaba su tercer intento en tan solo 27 kilómetros.

Cajamarca aparecía en el camino y su habitual Meta Volante le daba inicio al escalofriante ascenso al PM de La Línea. Las primeras rampas dejaban seleccionado el grupo en 30 corredores que serían los “contendores”  en la pelea que estaba por iniciarse.

El líder Marlon Pérez (GW-Shimano) caía a un segundo grupo pero Iván Parra y Félix Cárdenas se metían entre los punteros para defender un suéter que le ha costado toneladas de esfuerzo y sacrificio a los dirigidos por Luis A. Cely. El Lote de punteros contenía a todos los “capos escuadra” y la mayoría del TOP 15 de la general, pero el ciclismo no es un deporte de grupos y Fernando Camargo (Boyacá Orgullo de América) rompía fuegos llevándose a su rueda a Robinsón Chalapud (Colombia es Pasión) y a Jair Pérez (EBSA) para formar un tridente que empezaba a tragarse los penosos kilómetros del mítico puerto.

Comos es costumbre, La Línea empezaba a cobrar victimas importantes y el primero en desfallecer era el antioqueño Juan Pablo Suárez (EPM-UNE) que marchaba tercero en la general. El Grupo era mientras tanto un hervidero de ataques que descolgaba a varios “titanes”. Iván Parra (GW-Shimano) parecía perder la rueda pero se recomponía y venía de atrás hasta hallarse solo en punta de carrera perseguido por un grupo de cinco corredores.

Ni la lluvia, ni los empinados kilómetros le hacían mella a un estupendo Parra que ya solo era seguido por la cuarteta de Víctor Niño, Fernando Camargo, Robinsón Chalapud y Fabio Montenegro que negociaban las últimas rampas a 20 segundos del hombre del GW-Shimano. El único colombiano en ganar dos etapas consecutivas del Giro de Italia refrescaba la memoria en La Línea y cruzaba primero como merecido líder transitorio ante la deflexión de Pérez que pasaba a cuatro minutos.

El descenso era un jabón por razón de la lluvia lo que motivaba un accionar conservador que comprimía a los punteros en un grupo de ocho que hacían su ingreso en Armenia sin incidentes que lamentar. Cuatro duplas decoraban la travesía entre las capitales de Armenia y Risaralda con Fernando Camargo y Freddy Montaña (Boyacá Orgullo de América), Libardo Niño y Jair Pérez (EBSA), Fabio Montenegro y Álvaro Gómez (Néctar de Cundinamarca) y Félix Cárdenas e Iván Parra (GW-Shimano).

Los vencedores de La Línea se encaminaban por la Autopista del Café rumbo a Pereira pero por detrás suyo se empezaban a sentir pasos de animal grande. El campeón de la Vuelta a Colombia Sergio Henao (Orgullo de Paisa) venía volando en un grupo de corredores que también contenía al segundo de la general Rafael Infantino (EPM-UNE).

El segundo lote amenazaba con llegar a la cabeza pero el ascenso al Alto del Roble se cobraba más de una victima. Rafael Infantino se reventaba echando por tierras las esperanzas del EPM-UNE que ya había perdido a Juan Pablo Suárez. Ni el acompañamiento de Mauricio Ortega lograba resucitar al joven colombo-dominicano que completaba un Clásico muy negro para el equipo defensor del título.

Los únicos que se empeñaban en llegar al grupo de punteros eran Henao y el reciente campeón de la Vuelta a Boyacá, Iván Casas (Boyacá Orgullo de América), que lograban un premio a su esfuerzo antes del puerto que abría las puertas de la Perla del Otún. El descenso a Pereira se hacía con diez titanes que ya daban por sentado que la etapa se jugaría entre ellos.

Casas, Niño y Cárdenas intentaban un arranque de largo pero los siete restantes no tenían en sus planes echar por la borda el brutal esfuerzo y les daban alcance en los últimos suspiros. Jair Pérez pegaba una feroz arrancada en los últimos cien metros pero los que reñían la victoria de etapa eran Félix Cárdenas y Sergio Henao que al final resultaba vencedor.

Aviso del flamante campeón de la Vuelta a Colombia que dejó claro que será un contendor de primera línea cuando el Clásico se juegue este viernes con llegada a Manizales y el sábado con llegada a Jericó. Aplausos para la brillante actuación del GW-Shimano que sigue con el liderato en su poder tras casi una semana de carrera. Iván Parra se vistió merecidamente con la camiseta amarilla tras haber regresado hace tres años al ciclismo nacional después de casi una década en Europa corriendo al más alto nivel.

Aplausos también para el inagotable Libardo Niño y el joven Jair Pérez, el EBSA tiene en sus filas a dos representantes de la vieja y la nueva guardia del ciclismo nacional. Gran carrera del Néctar de Cundinamarca que ha tenido a sus hombres todos los días en el marcador final de las etapas y finalmente dedos pulgares arriba para el Boyacá Orgullo de América que tiene en Iván Casas a un portentoso corredor, candidato de primer nivel para el trono del cincuentenario clásico radial.

La Línea dejó definidas muchas cosas pero aún falta mucha tela por cortar. Este jueves oportunidad para estirar las piernas antes del fin de semana definitivo. Etapa entre Pereira y Cali sobre 215 kilómetros, sin dificultad montañosa alguna que deberá darle al pelotón un segundo aire y a los sprinters la última oportunidad para brillar.

Foto : www.ciclismodecolombia.com


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